17.3.08

Radio Tip # 3 (La Magia de la Auto-Revelación)

LA MAGIA DE LA AUTO-REVELACION

Casi todos los locutores de radio con carreras largas y exitosas, tienen esto en común:

Revelan algo de ellos mientras estan al aire.

Entre más reveles sobre ti, mucho más te conviertes en un ser humano y no nada mas un “anunciante” (ya sea de productos o de canciones).

Además, los radioescuchas se identifican mucho más fácilmente con la gente que con los anunciantes.

Desafortunadamente los Directores Artísticos o de Programación, mal aconsejan a sus locutores al decirles:

Nunca hables sobre ti. A la gente no le importa saber de ti

¡Por supuesto que les importa!

¿La gente que compra la revista “People”, lo hace porque se habla de ellos mismos o porque se habla de otros?

Cuando un artista aparece como invitado en un programa de televisión, ¿la audiencia quiere saber sobre los aspectos técnicos o sobre la vida diaria del artista?

Tus radioescuchas estan interesados en ti, si compartes fragmentos de tu vida con ellos de una manera interesante.

Algunos de esos Directores Artísticos o de Programación, desafortunadamente han instruido a sus locutores a nunca decir “Yo”. En su lugar, ellos se deben enfocar hacia el “Tu”.

De acuerdo a esta regla, en lugar de decir “Se me hizo tarde en el trabajo hoy porque no encontraba las llaves del auto”, se supone que debes de decir, “¿Has tenido alguna vez problema para encontrar las llaves de tu auto?

Ridículo.

Una vez y siendo mi primer trabajo en radio, allá en la pequeña población de Tezopaco, en el Estado de Sonora, mi Director de Programación me llamó a su oficina.

Yo iba prácticamente temblando de miedo y seguro de que me iba a despedir.

¿Y qué iba yo a hacer si ya me había gastado todos mis ahorros en cambiarme hasta el norte del país?

Pensaba en cómo encarar a mis familiares y mis amigos, para decirles lo miserable que había sido mi fracaso en la carrera radiofónica.

El jefe cerró la puerta y me dijo......

Si te das cuenta, en los cinco párrafos anteriores, no use la palabra “tu” ni siquiera una sola vez. Pero las palabras “Yo”, “Mi”, “Me”, “Mis”, aparecieron 12 veces.

¿Te impidió eso el estar interesado o de alguna manera te identificaste con mi historia?

(Lo anterior lo inventé para tener un ejemplo tácito de lo que te quiero decir)

Recuerdo el primer disco que compré:

Eloísa” con Johnny Dynamo.

Me costó lo que ahora serían 80 centavos de dólar en la desaparecida tienda Woolworth (desaparecida del resto del mundo, porque Woolworth todavía sigue en México).

Todavía recuerdo haber tomado el autobús, pagar 60 centavos de un peso Mexicano, una tarde a media semana porque no agunataba las ganas de que la volvieran a tocar en la radio.

Quizá no es la historia más identificable que hayas oído, pero no me sorprendería que desatara recuerdos de tu propia experiencia – tu primer disco, la primera tienda de discos a la que fuiste.

Tu no te desprendes de tu auditorio al compartir tu vida con ellos. No, si lo haces de una manera interesante, relacionada, obligada.

Estos detalles te sirven como un puente entre tu vida y la de ellos.

Como radioescucha, si yo paso tres o cuatro horas contigo y al final del turno no he aprendido nada sobre ti, mi tiempo ha sido desperdiciado.

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